Reparemos antes de caer
Los seres humanos solemos a tomar decisiones después de cometer errores que ponen en juego a nuestras finanzas personales. Tendemos a cuestionarnos y a lamentarnos cuando el panorama externo golpea nuestros bolsillos y buscamos soluciones cuando nos sentimos en una encrucijada. Los seres humanos buscamos reparar los daños cuando parece ser demasiado tarde y pretendemos que podemos enmendar nuestras finanzas personales con un simple suspiro.
Cada persona vive una situación económica muy distinta, independientemente de lo que suceda en el mundo externo. Las finanzas globales pueden estar estables o volátiles, pero nuestras finanzas personales no tienen porqué verse afectadas si fortalecemos nuestra educación financiera, hacemos uso de las estrategias y herramientas acertadas y si buscamos dar solución a nuestros conflictos financieros cuando aún son pequeños.
Muchos solemos pedir ayuda cuando estamos a punto de ahogarnos en deudas, cuando nuestro panorama financiero se nubla o cuando sentimos que nuestras finanzas personales están en tela de juicio. La realidad es que podemos ir construyendo nuestra salud financiera de manera cotidiana y evitar malos tragos. Podemos informarnos, mantenernos actualizados y aprender de los errores de otros para no sufrir las consecuencias de una mala organización financiera.
Para estar preparados, es esencial que vayamos ahorrando sobre la marcha y que destinemos una parte de nuestros ahorros a la creación de un fondo para emergencias, Es vital que sepamos que pueden surgir imprevistos en cualquier momento y que contar con las armas adecuadas para hacer frente a la incertidumbre nos ofrecerá altos niveles de tranquilidad.
Construir un fondo para emergencias es sencillo, pues solo involucra establecer una meta de ahorro mensual y hacerla prioridad. Para conseguir un fondo para emergencias exitoso, es importante que prioricemos su lugar y que entendamos que ahorrar para nuestro fondo para emergencias deberá ir antes que nuestra necesidad de invertir o de cubrir nuestras deudas.
Lo importante es empezar, ver hacia adelante y planificar financieramente nuestro camino. Lo esencial es observar, analizar, aprender y ganar la batalla financiera. Poco a poco lograremos construir un fondo para emergencias y blindar nuestras finanzas personales para gozar de una mayor sensación de seguridad.