Nuestro bienestar es primero

Nuestro bienestar es primero

Un alto porcentaje de la población mexicana carece de educación financiera y no consigue administrar sus recursos de manera adecuada. Un gran número de mexicanos evita hablar sobre sus finanzas personales y tiene miedo a invertir parte de su capital. Una gran parte de la población mexicana se escuda bajo la premisa de tener una baja o nula educación financiera y poco acceso a instrumentos financieros innovadores, pero la realidad es que todos podemos adquirir conocimientos y emprender. 

Entre más conocimientos financieros tengamos, mejor será nuestra calidad de vida. Entre más comprensión tengamos sobre los instrumentos, productos y servicios financieros que tenemos a nuestro alcance, menor será nuestro estrés financiero. Entre más informados y actualizados estemos, mejor será nuestro pronóstico económico y mejor será nuestra calidad de vida a futuro. 

La educación financiera es vital para construir nuestro patrimonio, para blindar nuestro capital y para estar preparados para combatir emergencias. La educación financiera va aunada a la inclusión financiera, a la digitalización y a la manera en que el mundo avanza. Tener una sólida educación financiera nos permite ver el panorama con mayor claridad, tomar decisiones con inteligencia financiera y sentir estabilidad dentro de nuestro hogar. 

Todos tenemos la capacidad de mejorar nuestro entorno, de asegurar nuestro futuro y de llegar a nuestros años de jubilación sin tropiezos. Todos podemos educarnos financieramente para evitar endeudamientos y convertirnos en personas productivas en materia económica. Independientemente del monto de nuestros ingresos y de nuestro género, todos somos capaces de ahorrar, de invertir y de aprender.

Las malas decisiones financieras pueden ser sumamente perjudiciales para nuestros bolsillos, por lo que es fundamental que no dejemos de informarnos de distintas fuentes, que no permitamos que nuestras finanzas personales vayan a la ruina y que detectemos las señales de alerta a tiempo. Es esencial que evaluemos nuestro entorno financiero y que tengamos un conocimiento exhaustivo de nuestra situación económica, es vital que conozcamos nuestros hábitos de consumo y que aprendamos a comparar antes de comprar, es crucial que no nos dejemos llevar por la vida de otros y que confiemos en nuestra intuición.