Nuestra relación con el dinero viene de tiempo atrás

Nuestra relación con el dinero viene de tiempo atrás

El dinero es un elemento que tiene una influencia directa sobre nuestra salud. El dinero es un componente esencial de nuestro bienestar financiero. El dinero puede ser una gran fuente de estrés en nuestro día a día, por lo que es esencial identificar aquellos comportamientos que bloquean nuestra mente y nos impiden tomar decisiones con inteligencia financiera. El dinero puede ser una gran fuente de ansiedad, por lo que es fundamental detectar las conductas que bloquean nuestra salud financiera.

Tener una buena relación con el dinero no es tan complicado como parece. Tener una buena relación con el dinero implica estar conscientes de nuestros ingresos y egresos, gastar de acuerdo con nuestros valores, ahorrar con inteligencia financiera y objetivos claros, así como tener armas para enfrentar eventos inesperados. 

La relación que tenemos con nuestro capital no es nueva, pues los aprendizajes que hemos tenido a lo largo de la vida han tenido un impacto directo. La relación que tenemos con nuestro capital viene desde edades tempranas y tiene mucho que ver con nuestras experiencias de vida, con nuestra historia familiar y con la actitud de nuestros padres hacia el dinero. 

La relación que tenemos con nuestras finanzas personales se remonta a nuestra primera infancia y se traduce en conductas y comportamientos presentes. La relación que tenemos con nuestras finanzas personales y la manera en la que manejamos nuestros recursos habla mucho sobre nosotros mismos y sobre nuestra personalidad. La relación que tenemos con nuestras finanzas personales puede cambiar en cualquier momento si identificamos los focos rojos y los atacamos de raíz.

Cuando nuestras finanzas personales no mejoran, nuestra relación con el dinero necesita ser modificada. Cuando no logramos concretar nuestras metas y objetivos, nuestra relación con el dinero necesita ser alterada. Cuando no parecemos encontrar las herramientas y las estrategias adecuadas para administrar nuestros recursos, nuestra relación con el dinero necesita un cambio, pero siempre hay algo que hacer. 

Comencemos por observarnos a nosotros mismos y poner atención a nuestros hábitos. Comencemos por situarnos en nuestros propios zapatos y evitemos comparaciones con otros. Comencemos por analizar nuestro presupuesto y hagamos los ajustes necesarios. Comencemos por registrar nuestros ingresos, egresos y gastos para alcanzar el crecimiento financiero.