Ni edad ni género
Las finanzas personales no tienen género ni edad, pues todos podemos adquirir una buena educación financiera y dirigir nuestros pasos por vías más eficientes. Algunos han conseguido conocer el universo financiero desde edades tempranas y adoptar hábitos financieros sanos desde el inicio de la vida. Otros han aprendido sobre la marcha y han incorporado estrategias y herramientas financieras conforme lo han ido necesitando. La realidad es que no hay un único camino ni una fórmula mágica para alcanzar la salud financiera, pues cada ser humano es un mundo y las alternativas son infinitas.
Alcanzar la independencia económica es el anhelo de muchos, pero pocos tienen los conocimientos necesarios para romper las barreras y cruzar la meta financiera. Muchas personas buscan mejorar sus hábitos financieros, enderezar sus conflictos económicos y conseguir un ahorro exitoso. Muchos individuos pretenden ahorrar, invertir parte de sus ahorros y conseguir que su dinero crezca y genere buenos retornos y rendimientos. La realidad es que hay instrumentos financieros que pueden ayudarnos a alcanzar estas metas, pero debemos informarnos para no quedarnos atrás.
Tener salud financiera nos aportará grandes beneficios, nos ayudará a pensar con mayor claridad y nos permitirá tener una vida más pacífica. Liberarnos del terrible estrés financiero nos generará una nueva perspectiva de la vida y lograremos percibir un panorama más claro. Vivir con una sensación de paz interna es posible y comienza con una buena educación financiera, la cual no es difícil de implementar si nos mentalizamos a hacerlo.
Para dar pasos hacia la libertad financiera, debemos llevar un registro de nuestros ingresos, egresos y gastos, debemos priorizar el ahorro y estar preparados a través de un fondo para emergencias, debemos comprar con cautela, pensar sin impulso y analizar nuestros movimientos financieros periódicamente.
Para acercarnos a nuestras metas financieras, es esencial que aprendamos a analizar nuestras alternativas financieras, a comparar antes de comprar y a evitar endeudamientos innecesarios. Es fundamental que tengamos claros nuestros objetivos y que busquemos asesoría cuando sintamos que nuestras finanzas personales van camino a la ruina.
La educación financiera se va construyendo, pero debemos reconocer nuestras habilidades y nuestras virtudes para guiar nuestros pasos por el camino más adecuado y entender que las finanzas personales no tienen edad ni género, pues todo es relativo.