Ladrillo a ladrillo
Podemos mejorar nuestra situación económica e incrementar nuestra calidad de vida, pero debemos adquirir una buena educación financiera y no dejar de asesorarnos sobre la marcha. Podemos gozar de una vida más pacífica, organizar nuestras finanzas personales y mantener nuestra salud financiera, pero debemos mentalizarnos, trazar un plan de acción y asegurarnos de no dejar nada fuera de lugar.
Una buena asesoría financiera puede resolver nuestros pequeños dilemas y evitar que se conviertan en grandes dolores de cabeza. Evaluar nuestro estilo de vida e incorporar instrumentos financieros óptimos es clave para mejorar nuestras finanzas personales y para comenzar a ver como nuestros recursos juegan a nuestro favor.
Primero lo primero. Debemos conocer a detalle nuestra situación económica, revisar nuestros movimientos financieros con regularidad y gastar menos de lo que ganamos. Es importante que meditemos antes de comprar, que tengamos claros nuestros objetivos de ahorro y que mantengamos control sobre nuestros gastos. Es esencial que elaboremos un presupuesto, que nos apeguemos a él y que categoricemos nuestros gastos, pues nuestra salud financiera está en nuestras manos y debemos irla construyendo ladrillo a ladrillo.
Independientemente de nuestro nivel de ingresos, es importante que tengamos claro nuestro estilo de vida y que tomemos decisiones que vayan de acuerdo con nuestra realidad. Es elemental no descuidemos nuestra salud financiera, que diseñemos un plan específico y que tengamos nociones básicas del universo financiero. Sin importar el momento de vida en el que estemos, es vital que revisemos nuestros movimientos financieros con frecuencia y que aprendamos sobre la marcha, pues muchos errores son evitables con una simple atención plena.
Ladrillo a ladrillo iremos construyendo nuestro futuro financiero e iremos dando pauta a nuestro patrimonio, pero es importante vivir dentro de nuestros parámetros, detectar nuestros gastos hormiga a tiempo y eliminar nuestros mitos financieros. Poco a poco nos acercaremos a la independencia económica, pero no debemos descuidar nuestra organización financiera, pues podría costarnos muy caro.