La educación es individual
Tenemos la posibilidad de alcanzar nuestros objetivos financieros y de contemplar un panorama más amplio. Podemos mejorar nuestras finanzas personales y conseguir la plenitud. Somos capaces de tomar mejores decisiones, asegurar nuestro patrimonio e incrementar nuestra calidad de vida, pero para ellos, necesitamos educarnos financieramente y aprender conceptos clave que nos permitan iniciar el camino hacia la salud financiera.
Tener salud financiera es elemental y una vez que iniciamos el camino, será difícil detenernos. En el momento en el que veamos como nuestras finanzas personales mejoran, nuestros niveles de estrés financiero caen y nuestra calidad de vida se dispara, difícilmente meteremos el freno, pues percibiremos enormes retribuciones.
Educarnos financieramente es un proceso que rendirá frutos a la larga. Tener una buena educación financiera comienza con informarnos a través de fuentes confiables, tomar cursos, leer libros, navegar por las redes y empaparnos del tema por medio de distintas fuentes de información. Conocer el universo financiero nos permitirá incorporar un lenguaje distinto, modificar nuestro proceso de pensamiento en torno a nuestro dinero y mejorar la relación que tenemos con nuestro capital.
Si sanamos las heridas del pasado, nuestro futuro económico será distinto, nuestras metas serán más realistas y nuestros planes serán más certeros. Si planificamos financieramente, nuestros días serán más armónicos, nuestras decisiones irán acordes con la realidad y la vida fluirá con menos baches en el camino.
Alcanzar la libertad financiera es más sencillo de lo que imaginamos, pero debemos subirnos al tren adecuado y construir un presupuesto realista que nos permita identificar los centavos que tenemos de sobra para destinarlos al ahorro o a la inversión. Si pretendemos mejorar nuestra calidad de vida, es fundamental que demos seguimiento a nuestros movimientos financieros, que identifiquemos y erradiquemos nuestros gastos hormiga y que aprendamos a manejar nuestro dinero con sabiduría, pues es la mejor manera de vivir con tranquilidad financiera.