Fuera deudas
Para poder tomar las riendas de nuestras finanzas personales y mitigar nuestros niveles de estrés financiero, debemos sumergirnos en el mágico mundo financiero, educarnos, informarnos y mantenernos actualizados. Para conseguir que nuestras finanzas personales fluyan, que nuestro capital esté protegido y que nuestra calidad de vida sea buena, debemos conocernos, aceptar nuestros aciertos y errores y contar con las armas necesarias para afrontar los retos financieros que vayan surgiendo.
Hay infinidad de factores que juegan un papel importante en nuestras finanzas personales. Tenemos control sobre algunos de ellos, pero otros parecen estar fuera de nuestro alcance. Podemos adquirir las herramientas necesarias para manejar nuestra economía personal, pero no siempre tenemos control sobre elementos externos y es ahí donde nuestra inteligencia financiera entra a la jugada.
En ocasiones sentimos que nuestras finanzas personales se salen de control, vemos un panorama nublado y no encontramos el hilo adecuado para desenredar nuestros conflictos financieros. De pronto nos sentimos ahogados en nuestras propias deudas malas, pero no conseguimos modificar nuestros hábitos de consumo para repara la situación.
Para mejorar nuestra salud financiera e incrementar nuestra calidad de vida, debemos tener clara nuestra situación económica presente e identificar nuestros errores financieros. Debemos conocer nuestras deudas malas, entender que tanto están afectando nuestra vida presente y encontrar maneras viables de liquidarlas.
Si buscamos tranquilidad financiera, debemos entender la raíz del problema y tener clara la razón por la cual entramos en un endeudamiento. Debemos evitar caer en las mismas trampas para dejar de contraer nuevas deudas. Debemos salir del círculo vicioso, detectar y erradicar nuestros gastos hormiga, aprender a controlar nuestros impulsos en torno al consumo y aprender a administrar nuestros gastos.
Con un cambio de mentalidad, todo comenzará a acomodarse, nuestras finanzas personales se estabilizarán y podremos vivir sin estrés financiero. Con una percepción distinta, podremos adaptar nuestro nivel de vida a nuestros ingresos, comprometernos con nuestras finanzas personales y poner manos a la obra para salir de nuestras deudas.