Finanzas Slow: ¿Qué es la velocidad financiera
Si algo nos ha enseñado la pandemia, es que las cosas no pueden continuar el ritmo que tenían. Vivimos una vida muy acelerada, pero a veces vale la pena detenernos. Así también es necesario reconsiderar la velocidad financiera en la que vivimos. Las finanzas slow pueden ser una respuesta. ¿Por qué queremos todo a la brevedad? ¿Qué pasaría si fuéramos más lentos? ¿Conseguiríamos mejores resultados? Aquí exploramos la posibilidad de hacer finanzas en otra velocidad: vamos lento.
Hay eventos que marcan al planeta y su curso. Sin duda alguna, la pandemia fue uno de ellos. Vino a tirar muchos negocios, a derrumbar pequeñas, medianas e, incluso, grandes empresas. El panorama de vida que teníamos y sus ritmos se vieron cuestionados y puestos a prueba. Aunque se nos han presentado alternativas muy buenas, también es cierto que el periodo de reajuste ha sido difícil. Puedes conocer más respecto a cómo esta pandemia ha afectado a la economía y negocios en la siguiente liga.
Cada quien desde su trinchera, a su paso
No es posible negar el impacto de la pandemia en la economía mundial, del país y personal. Sin embargo, a cada quien le ha afectado de maneras distintas. Mientras ha sido devastadora para algunas personas, otras industrias se han visto beneficiadas: la tecnología, las paqueterías, incluso la farmacéutica. Esto no es malo, pero significa que hay que cuestionar la forma en que cada quién se recuperará. ¿Cómo apoyarnos para retomar el camino? El primer paso es reconocer cómo nos ha afectado a cada quien, en lo particular, y después, en nuestros contextos. Si quieres saber más acerca del impacto de la pandemia en la economía mexicana, puedes leer la siguiente liga.
Tras conocer (y reconocer) la realidad económica que nos rodea es bueno hacer una pausa y cambiar la velocidad con la que tomamos nuestras decisiones financieras. En lo global, por ejemplo, es importante reconocer que, aunque algunas economías ya se están reactivando, esto ha sido un proceso paulatino y no parejo para todas. La incertidumbre todavía ronda el ambiente y las recaídas siguen siendo inesperadas. Por esto, las finanzas slow pueden ser una alternativa. Si quieres conocer más acerca de cómo esto se ha manifestado en el panorama mexicano, y lo que implica para el país, puedes acceder a este artículo.
La opinión experta dice que la recuperación está comenzando, pero que la crisis financiera y económica en México sigue siendo importante. Aunque las actividades comienzan a retomarse, también es cierto que este regreso es complejo. Volver a esquemas anteriores no es viable, pero tampoco tenemos condiciones para readaptarnos por completo. La velocidad de los cambios nos juega en contra. Todo parece ir muy rápido, menos la recuperación. Si quieres conocer más al respecto del panorama actual de la recuperación financiera en México, ve a este enlace. ¿Cómo lograr que la estabilidad financiera vuelva y vaya a la velocidad de los cambios mundiales? Es cuestión de paciencia.
Haz una pausa
Puede parecer que todo está perdido y que el panorama es demasiado desolador, pero hay otro lado de la moneda. Siempre es posible intentar afrontar estos cambios. Un buen consejo es detenernos y hacer una pausa. Cambiar la velocidad con la que tomamos nuestras decisiones financieras en búsqueda de hacerlo de manera responsable. Esta es la filosofía de las finanzas slow.
Así como cuando tenemos un fuerte impacto en nuestras vida o en épocas de incertidumbre solemos detenernos para analizar nuestros patrones de comportamiento y toma de decisiones, debemos hacer lo mismo con nuestras finanzas. La incertidumbre financiera, el ambiente volátil, la escasez y falta de empleo, pueden aterrarnos e impulsarnos a decisiones impulsivas. Esto no hace más que perjudicarnos. Si quieres saber cómo evitar esto y los beneficios de pausar, lee este artículo.
Las finanzas slow
Una de las lecciones de la pandemia es que el futuro es incierto. No podemos saber qué vendrá ni cuánto durarán estos cambios o los rumbos que tomarán. ¿Entonces qué si controlamos? Nuestras reacciones ante ellas. Esta pandemia nos forzó a hacer un alto en nuestras actividades. Descubrir que podíamos ir a ritmos más lentos ha cambiado nuestras ideas y formas de desarrollarnos; la economía no es excepción.
La propuesta de ir más lento con las finanzas no es nueva. Al contrario, ha sido el secreto detrás de ellas. La filosofía de finanzas slow busca tener un mayor control sobre el flujo del dinero, reflexionar las decisiones al respecto y establecer una mejor inteligencia financiera. Con esto en mente, otro importante factor por considerar es la paciencia y la estrategia. Lo importante no es la velocidad financiera, sino la inteligencia detrás de ella. Aprender a sembrar resultados se vuelve clave. Puedes ahondar más al respecto aquí.
Beneficios de las finanzas slow
Algunos beneficios de tomar una pausa e ir más lento con nuestras decisiones financieras son las siguientes:
- Lograr más con menos esfuerzo. No es necesario estar tomando demasiadas decisiones arriesgadas en poco tiempo. Esto nos puede llevar a frustraciones y pérdidas. Es mejor analizar y tomar decisiones estratégicas y que nos permitan estabilidad. Puedes ahondar más aquí.
- Evitar errores. Tener tiempo para elegir, nos permite evaluar mejor. Esto desarrolla nuestra capacidad de análisis: entre más herramientas e información tengamos, más fácil es tomar una decisión. Si esto lo llevamos de la mano con buenos hábitos financieros, podremos elegir con sensatez y resolver las situaciones de maneras más acertadas, lo que nos protege de cometer errores. Lee más al respecto en esta liga.
Como puedes ver, aunque la pandemia vino a desestabilizar nuestra ya complicada economía, existen alternativas. Las finanzas slow y un cambio en nuestra velocidad financiera pueden ayudar a recuperar la estabilidad que perdimos. La incertidumbre sigue aquí. El cambio está tardando en llegar. Eso es indiscutible. Sin embargo, podemos adaptarnos a esta nueva realidad con viejos consejos y acciones pequeñas. Recuerda: no trabajes más, trabaja con más inteligencia.