¿Deuda buena? Sí, aquí te informamos sobre ella y de cómo diferenciarla de la mala
Las deudas son un instrumento financiero que puede utilizarse a favor de uno mismo y que puede ser una forma de inversión. Sin embargo, muchas veces la creencia general alrededor de las deudas es que son algo que hay que evitar a toda costa, además de que son un indicador de finanzas personales no saludables. Entonces, aquí econtrarás más información al respecto, sigue leyendo e infórmate con los mejores consejos.
Endeudarse no siempre es malo, sin embargo, sí es necesario saber elegir las deudas a las que estamos dispuestos a sujetarnos y a las que no, para que estas no se conviertan en un problema en el futuro y, por supuesto, una fuente de estrés.
De acuerdo con los expertos, la diferencia entre una deuda buena y una mala es sencilla para reconocer. La deuda buena es la que puede ser llamada también como deuda expansiva y es aquella que permite generar más dinero a través de la deuda misma. Por otro lado, una deuda mala o a la que se le puede llamar destructiva es aquella que genera problemas financieros. Sin duda, este es un criterio muy sencillo y claro para poderlas diferenciar.
Las deudas destructivas están vinculadas, necesariamente, al estilo de vida de una persona. Este tipo de deudas está también relacionado con bienes que pierden su valor en el tiempo parcial o totalmente. Por ejemplo, al comprar un coche con un crédito, ya que este comienza a depreciarse desde que sale de la agencia como auto nuevo. Otro ejemplo es la compra de paquetes vacacionales a meses, cuando regresas, debes siguir pagando tus vacaciones y, a veces, con el valor de la inflación encima.
“Ese es un ciclo destructivo de riqueza, pues entre más utilizas la deuda para temas destructivos, más destruyes tu generación de riqueza”, explican los expertos.
Por otro lado, tenemos las deudas expansivas, las que denominamos como buenas. Estas deudas definitivamente son convenientes:
- Deuda para negocio. Aumenta tu utilidad en ganancias, con las que podrás pagar la deuda.
- Deuda para inversión. Si vas a invertir dinero y te prestan a un interés mucho menor que el rendimiento que te da la inversión.
- Deuda para educación. Lo que aprenderás te servirá para ganar más dinero y pagar esa deuda.
Recuerda, no todas las deudas son malas. El chiste es saber gestionarlas.