Cuando perdemos estabilidad financiera
Cuando perdemos estabilidad financiera, entramos en una etapa de duelo. Negamos nuestra situación económica, nos enfurecemos con el medio ambiente y nublamos nuestra claridad. Cuando el panorama financiero externo se torna complejo, perdemos nuestra capacidad de decidir con inteligencia financiera, culpamos a otros por nuestros propios errores financieros y todo se vuelve un círculo vicioso.
El mundo externo juega un papel importante en nuestras decisiones financieras y en la salud de nuestros bolsillos, pero los responsables somos nosotros mismos, pues debemos encontrar maneras de mantener nuestras finanzas personales bajo control para evitar consecuencias innecesarias.
El mundo financiero nos ofrece una amplia gama de alternativas, pero muchas veces no logramos aprovecharlas porque sentimos un alto grado de frustración. En ocasiones no vemos las oportunidades que tenemos frente a nuestros ojos, pues nos sentimos inmersos en un espiral sin salida que nos atrapa y no nos permite movernos de donde estamos.
Cuando finalmente aceptamos nuestros errores financieros y conseguimos modificar ciertos hábitos, el mundo empieza a girar a nuestro favor, encontramos las herramientas financieras adecuadas y nuestras finanzas personales comienzan a tomar forma. Cuando decidimos educarnos financieramente e informarnos a través de fuentes confiables, logramos darle carpetazo a una mala racha financiera y recobramos control sobre nuestras finanzas personales.
De pronto el panorama se aclara, encontramos soluciones viables a nuestros conflictos financieros y tomamos decisiones sustentadas y elegidas con inteligencia financiera. Aprendemos a manejar nuestras emociones en torno a nuestras finanzas personales, nuestro mundo interno percibe una sensación de seguridad y nuestra economía toma fuerza.
El universo financiero puede jugar a nuestro favor o en nuestra contra, por lo que es esencial que siempre estemos preparados para afrontar las adversidades naturales de la vida. El mundo externo puede desequilibrarse e intentar atacar nuestras finanzas personales, pero no tenemos porque sufrir las consecuencias si tomamos acción, buscamos oportunidades y elegimos el camino financiero más adecuado.
Une buena educación financiera aunada a un profundo conocimiento de nuestro ser interno nos permitirá asegurar nuestra estabilidad financiera y evitar estrés innecesario.