Cuando pensamos que no es momento
Los fondos para emergencia son esenciales, sin importar la etapa de la vida en la que nos encontremos. Los fondos para emergencias nos proveen seguridad en tiempos de incertidumbre y nos brindan confianza para transitar por la vida. Los fondos para emergencias nos permiten tener acceso a un colchón que quizá tengamos necesidad de utilizar en algún momento o quizá simplemente lo tengamos como una reserva de ahorro para el futuro.
La realidad es que no sabemos lo que nos depara la vida y las circunstancias pueden cambiar de un instante a otro. La realidad es que es indispensable que contemos con un fondo para emergencias que nos permita blindar parte de nuestros ahorros. La realidad es que nunca es tarde para comenzar a ahorrar y para apartar un pequeño porcentaje y destinarlo a este fin.
Siempre es momento de comenzar a dar pasos hacia una vida financiera más sana. Siempre es momento de poner orden en nuestras finanzas personales y dirigirlas hacia un mejor futuro. Siempre es momento de detenernos, hacer una pausa y pensar en la calidad de vida que buscamos. En momentos de incertidumbre, los fondos para emergencia resultan aún más importantes. En momentos de volatilidad financiera, un colchoncito nos sacará de apuros. En momentos de fluctuaciones financieras, un fondo para emergencias nos permitirá sentir una sensación de certidumbre.
Cuando la vida externa está en pausa, podemos aprovechar para poner en orden nuestra vida financiera y ahorrar unos cuantos centavos. Cuando el mundo externo nos presenta con un panorama distinto y nos orilla a quedarnos en casa, podemos aprovechar para analizar nuestro presupuesto, hacer los ajustes pertinentes y recortar nuestros gastos innecesarios. Cuando el universo se detiene, podemos pensar en las alternativas que tenemos a la mano para encaminarnos hacia la calidad de vida que pretendemos tener.
Parecería que un fondo para emergencias es insignificante y que no es indispensable tenerlo. Parecería que ahorrar y pensar en momentos de volatilidad no nos aportará nada, pero es todo lo contrario. En ocasiones podríamos pensar que la vida es estática y que nuestra situación financiera no se verá alterada, pero la realidad es otra, la vida es dinámica y debemos estar preparados para enfrentarla.