Creencias ¿nos empiedran o nos limitan?
0Los hábitos se comienzan a formar desde nuestros primeros años de vida y poco a poco se van internalizando en nuestro ser. Los hábitos son conductas que aprendemos de nuestro entorno, de nuestro círculo cercano y de las experiencias que vamos teniendo.
Modificar hábitos no es tan simple como parece, pero tampoco es tan complejo como imaginamos. La relación que tenemos con nuestro capital tiene sus raíces en nuestros primeros pasos por la vida y esas simples ideas que se volvieron inconscientes, podrían estar limitando o empoderando nuestra salud financiera.
Nuestras creencias se van formando con el paso del tiempo y nos van ayudando a construir nuestra vida financiera. Nuestras creencias, positivas y negativas, se van infiltrando en nuestro inconsciente y van tomando posesión de la manera en que manejamos nuestras finanzas personales. Nuestras creencias rigen nuestra vida, guían nuestros pasos y tienen una relación directa con la actitud que tenemos hacia nuestros recursos.
Entender nuestra percepción hacia el dinero es sumamente importante si buscamos incrementar nuestra calidad de vida. Entender cómo operamos y cómo administramos nuestro capital nos permitirá hacer pequeñas modificaciones. Entender lo que sentimos cuando hablamos de dinero es clave si queremos encaminar nuestros objetivos financieros por una vía alterna, pero no vayamos tan rápido y seamos prácticos. Iniciar hábitos nuevos no es fácil, pero si nos mentalizamos y nos informamos, nuestra vida financiera puede dar un giro radical.
Comencemos con analizar nuestra situación económica y con construir un presupuesto realista. Comencemos con trazar un plan y aprender a manejar nuestras finanzas personales adecuadamente. Comencemos con tener control sobre nuestro capital y dejar de pensar que nuestras finanzas personales nos controlan. Comencemos con crear nuestro plan ideal e implementemos los pasos para conseguirlo.
Tener un plan es clave si buscamos que nuestras finanzas personales encajen en nuestro estilo de vida. Tener un plan nos permitirá visualizar el futuro tomando en cuenta el presente. Tener un plan nos ayudará a sentirnos seguros y arraigados a algo. Tener un plan es la base de una mejor calidad de vida, pues tendremos un camino trazado y una guía a seguir.