Camino a la independencia
Cualquier crisis puede desestabilizar nuestras finanzas personales, especialmente si no contamos con la educación financiera adecuada. Las situaciones imprevistas pueden infiltrarse en nuestros bolsillos e intentar tumbar nuestra vida financiera, pero si nos enfocamos en lo importante y dedicamos tiempo a administrar nuestros recursos, los sucesos externos no tienen porqué desequilibrar nuestra economía personal.
Los seres humanos tendemos a hacer uso de nuestras propias estrategias para organizar nuestro dinero y no solemos darle importancia a adquirir una buena educación financiera. Los mexicanos no nos caracterizamos por tener la mejor salud financiera y la población joven es poco propensa a pensar en el futuro como un factor elemental de su día a día.
Pocas personas conocemos las profundidades del universo financiero y nos interesamos por informarnos constantemente. No muchos actualizamos nuestros conocimientos financieros ni incorporamos nuevos hábitos financieros a nuestra vida. Muchos tendemos a evitar hablar de nuestros conflictos financieros, como si no formaran parte de nuestra cotidianeidad, pues pensamos que, si evitamos el tema, nuestros dilemas se borrarán.
La realidad es que una buena administración de nuestro capital es indispensable para mitigar nuestros niveles de estrés financiero y para poder disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Gestionar adecuadamente nuestros recursos no implica dejar de gozar ni vernos en la necesidad de hacer grandes sacrificios.
Saber manejar nuestros recursos de manera acertada nos permitirá estar al tanto de nuestros ingresos y egresos, construir un presupuesto, ahorrar, invertir y crear un fondo para emergencias. Tener claro el terreno sobre el cual estamos parados nos permitirá evitar endeudamientos innecesarios, detectar fugas de capital a tiempo y evitar que nuestras finanzas personales se salgan de control.
Planificar es clave para alcanzar el éxito financiero, para vivir con una sensación de paz interna y para sentirnos productivos en el día a día. Cuando planificamos financieramente, los días fluyen con mayor naturalidad, nuestras finanzas juegan a nuestro favor y nuestros conflictos financieros empiezan a ceder. Estar preparados es indispensable para mantener nuestra salud financiera y para evitar conflictos innecesarios.
Si nos subimos al tren adecuado y adquirimos una buena educación financiera, habremos recorrido una gran parte del camino hacia la independencia económica.