Entendiendo las finanzas personales
El día a día se conforma de pequeños instantes y cada instante constituye un momento de aprendizaje. Los errores son parte del día a día y si no existieran, la vida sería lineal. Los seres humanos no somos perfectos, pero sí perfectibles. Los seres humanos tenemos un gran potencial a crecer y desarrollarnos en base a los aprendizajes que obtenemos y la experiencia que adquirimos gracias a nuestros errores. En el mundo de las finanzas personales sucede lo mismo, y, si nos equivocáramos, jamás lograríamos adquirir un aprendizaje significativo.
Los expertos en el terreno financiero coinciden en que disminuir deudas y comenzar a ahorrar es sencillo, pero hay que contar con las herramientas correctas y utilizarlas de manera estratégica. Cada individuo es un mundo, por lo que el conocernos a nosotros mismos y entender como opera nuestra mente es esencial.
Los cambios reales de dan de manera paulatina y el acelerar el proceso quizá solo conlleve a riesgos y pérdidas sin los cimientos adecuados para lograr un sostén a largo plazo. El sumergirnos en la cultura del ahorro y la cultura de las inversiones de manera paulatina ofrece mejores resultados. La motivación para instaurar nuevos hábitos positivos debe ser intrínseca, y el proceso debe ser lento para que se anclen bien las experiencias. Si vamos de cero a cien en un segundo, los niveles de esfuerzo serían sumamente elevados y la posibilidad de que se adquieran hábitos financieros reales es remota.
Para lograr hábitos y conductas sostenibles en el terreno de las finanzas personales es elemental ir modificando el estilo de vida personal de manera paulatina, reducir gastos poco a poco, mejorar las inversiones que realizamos e intentar liquidar deudas lo más rápido posible. Una de las formas de lograr esto es a través de ingresos adicionales. Por lo general, el irse a los extremos no es del todo buena idea. Los cambios de hábitos, conductas o actitudes realizados de manera brusca y tajante generalmente no dan buenos resultados porque no se anclan a aprendizajes significativos y porque muchas veces son decisiones impulsivas y no realizadas de manera consciente. En el área del ahorro y las inversiones sucede lo mismo. Es mejor ir ahorrando poco a poco utilizando estrategias que funcionen de manera individual. A algunos les será más fácil hacer uso del ahorro automático, otros preferirán destinar un porcentaje de su sueldo a una cuenta de ahorro de forma manual, otros quizá decidan invertir desde un inicio, otros preferirán ir haciendo modificaciones en su presupuesto del día a día o recortar gastos de manera consciente. En fin, las alternativas son infinitas.
El establecimiento de metas es fundamental para lograr éxito en nuestras finanzas personales y el tener un buen sistema de administración y organización de gastos es crucial. El visualizar un objetivo concreto ayuda a ir dando pasos sobre el camino del ahorro y las inversiones. Es indispensable que nuestras metas y objetivos sean prioridad y encabecen la lista de nuestro presupuesto. El categorizar los gastos dentro de nuestro presupuesto es sumamente importante y el apartar un pequeño monto para lograr la meta que tenemos en mente es crucial. Las cosas hay que hacerlas en el momento y dejar de poner pretextos; quizá mañana nunca llegue. Nuestros objetivos financieros son la guía de nuestro camino a una calidad de vida plena, una libertad financiera y una independencia económica.