¿Cuánto es suficiente?

¿Cuánto es suficiente?

Las necesidades financieras son distintas para cada individuo y el aprender a hacer un análisis profundo es sumamente importante dentro del mundo de las finanzas personales. Es esencial aprender a visualizar nuestra realidad financiera como algo propio, sin la necesidad de compararnos con otras personas. La cantidad de capital que necesita cada individuo para cubrir sus necesidades básicas, para destinar un pequeño monto al ahorro, para invertir y para reservar un trocito más para aquello que genere placer, definitivamente es individual. La comparación económica no aporta nada y más bien genera estrés por no lograr alcanzar las mismas metas.

Las circunstancias de vida y los valores personales juegan un papel fundamental en la cantidad de recursos económicos que necesitamos. Es una realidad que el capital forma parte del estado de ánimo de la persona, sin embargo, el éxito financiero no siempre se traduce en felicidad. Hay un sinfín de elementos que determinan el monto “suficiente”. El capital tiene un gran impacto sobre el bienestar de la persona y el estar debajo de los niveles “requeridos” podría ser contraproducente. Es por esto que es elemental construir parámetros financieros a nivel personal. El sentar las bases individuales del éxito financiero es crucial para saber de donde partimos y hacia donde nos dirigimos.

Es elemental construir un presupuesto mensual e irlo adaptando a la realidad del momento. El presupuesto debe ser completamente individual y debe tomar en cuenta todas las áreas de la persona. El categorizar los ingresos y gastos de manera específica es esencial para lograr una organización adecuada que incluya al ahorro y a las inversiones. Cada persona deberá conocer sus circunstancias de vida y establecer metas y objetivos financieros alcanzables. La manera en que administramos nuestras finanzas es individual; la manera en que hacemos uso de nuestro capital debe ir acorde con nuestro estilo de vida, nuestras aspiraciones y nuestras posibilidades y necesidades. 

Cada individuo es un mundo y el que nuestra realidad personal y nuestra realidad financiera estén en armonía es gran parte de nuestro éxito económico.