Covid-19 y desempleo
La pandemia del Covid-19 está teniendo un impacto de gran magnitud. La pandemia no implica solo cuestiones relacionadas con la salud; la economía y las finanzas globales están en juego y el mundo entero está siendo afectado. Según los pronósticos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), millones de empleos serán destruidos tras el brote de la enfermedad.
Es importante tomar las cosas paso a paso, pero actuar con seriedad. Cada país es responsable de sus propias acciones; cada región tiene sus propias leyes y se guía bajo sus propios parámetros. Sin embargo, si los gobiernos no toman las medidas necesarias y actúan en estado de emergencia, la situación a nivel global podría complicarse de manera considerable. La economía y las finanzas a nivel mundial podrían sufrir efectos devastadores, pues un altísimo número de empleos podrían perderse. Aún es tiempo de actuar y prevenir; quizá después sea demasiado tarde.
La idea es proteger a los trabajadores y a sus empleos de la mejor manera posible sin importar si forman parte de micro, pequeñas o medianas empresas. Para lograrlo, es elemental ampliar los parámetros de protección social, reducir las jornadas de trabajo y liberar la carga financiera y fiscal. La idea centrar el estimular la economía global para que la crisis no resulte de una magnitud descabellada.
Es un hecho que el desempleo será consecuencia de la epidemia, pero aún es tiempo de disminuir los porcentajes. El mercado laboral es un nicho esencial para la economía del mundo. El mercado laboral es clave para las finanzas a nivel global. El Covid-19 trae consigo implicaciones de alto impacto y el tomar las riendas de la situación podría evitar una gran catástrofe. Hace más de una década se vivió una crisis financiera que dejó mucho aprendizaje; tomemos esas enseñanzas y partamos de una base conocida.