Conociendo el ahorro voluntario
Las metas y objetivos de ahorro son muy personales. Cada individuo debe conocerse a sí mismo y hacer un análisis minucioso de sus prioridades particulares y familiares. Los especialistas en el mundo financiero concuerdan en que un ahorro voluntario hoy logrará convertirse en una mayor pensión a futuro.
Es importante que cada persona considere que existen diversos tipos de ahorro, los cuales deberá estudiar a detalle para determinar aquel que más se acerque a sus necesidades y posibilidades. Cada ser humano es distinto y entender la causa real y las motivaciones que lo impulsan a ingresar en una cultura del ahorro, son clave para lograr sus objetivos de manera exitosa.
El primer tipo de ahorro es a corto plazo y se refiere a pequeñas aportaciones que se van reservando para cumplir una determinada meta, en un futuro cercano. El periodo de tiempo es relativo y depende mucho de cada situación, sin embargo, los especialistas en finanzas personales coinciden en que lo más común es un plazo de uno a tres años. El acceso al capital ahorrado bajo este esquema es inmediato y por lo general puede ser utilizado e invertido a partir de los dos meses.
Otro tipo de ahorro se refiere a aquel que cuenta con aportaciones a mediano plazo. Bajo este esquema, el ahorro es invertido durante un plazo mínimo de cinco años. Siguiendo este concepto, el capital crece de manera más efectiva, ya que genera rendimientos constantes y ayuda al usuario a tener una mayor probabilidad de lograr sus metas.
Finalmente están las aportaciones a largo plazo, las cuales, una vez invertidas en un fondo de ahorro, deberán permanecer estáticas durante muchos años. Lo más común es que la persona vuelva a tener acceso a este dinero al cumplir los 65 años de edad, momento en el cual inicia el retiro o la jubilación del trabajador. Si el individuo es lo suficientemente paciente como para esperar a este momento, los beneficios serán infinitos.