Capacidad de ahorro

La capacidad de ahorro tiene que ver con la capacidad que tenemos para separar un porcentaje de nuestro capital y destinarlo a una meta futura. La capacidad de ahorro tiene relación directa tanto con nuestros ingresos como con nuestro presupuesto. La capacidad de ahorro depende de nuestro nivel de ingresos, nuestro nivel de gastos y nuestro nivel de endeudamiento. La capacidad de ahorro es individual, por lo que es fundamental evitar comparaciones. 

El capital que lograremos ir acumulando nos traerá grandes beneficios a largo plazo. Para lograr un ahorro exitoso, es fundamental que nuestros gastos sean menores que nuestros ingresos. Una vez que hayamos conseguido sumergirnos en una cultura de ahorro, es elemental que pensemos el lugar más adecuado para guardar nuestro capital. Hay diversas opciones, desde una alcancía, hasta una cuenta bancaria. El siguiente paso natural es considerar invertir, pues, de lo contrario, nuestro capital perderá su valor con el paso del tiempo. 

Ahora sí, la pregunta del millón. ¿Cómo ahorramos? Lo primero que debemos hacer es crear un presupuesto que esté basado en nuestra realidad financiera. Una vez que tengamos un panorama global de nuestras circunstancias económicas, es fundamental analizar nuestros ingresos, egresos y gastos. Es elemental detectar los gastos hormiga y eliminarlos. Es esencial centrarnos en nuestros gastos necesarios para lograr descartar aquello que realmente no necesitamos. La planificación financiera es esencial. Ajustarnos a nuestro presupuesto es sumamente importante, no dejarnos llevar por compras impulsivas es crucial, y hacer un análisis de nuestra situación económica presente es vital para lograr alcanzar la calidad de vida que anhelamos. 

Un gran error en términos de finanzas personales es realizar compras a deuda con pago aplazado, pues esto podría conllevar a un desastre en nuestra economía y golpear fuertemente nuestra capacidad de ahorro. Nuestra capacidad de ahorro puede incrementar siguiendo las estrategias adecuadas.