Bases de educación financiera
Una buena educación financiera es vital, pues nos abrirá el horizonte a nuevas oportunidades. Todo comienza con saber administrar nuestro capital y sigue con aprender a ahorrar e invertir. Aunque parezcan conceptos similares, el ahorro y las inversiones son dos mundos distintos. El ahorro tiene que ver con apartar parte del capital con el que contamos, mientras que invertir tiene que ver con destinar parte de nuestro capital para un beneficio a largo plazo.
Ahora especificaremos, a grandes rasgos, las diferencias entre ahorro e inversión. El ahorro es un método muy seguro que nos permite guardar nuestro capital con bajas posibilidades de que pierda su valor. El ahorro implica poca o nula rentabilidad, así como la obtención del capital en a corto plazo. Tiene que ver con disponer del capital de inmediato, pudiéndolo destinar como estrategia para hacer frente a eventualidades. El ahorro implica intereses y se puede ver reflejado en cuentas bancarias, depósitos a plazo y ahorros de vivienda.
Las inversiones implican un riesgo mayor, lo cual podría traducirse en rendimientos más altos. Recordemos que, a mayor riesgo, mejor retorno, por lo que es elemental conocer nuestro perfil de inversionista y determinar nuestra tolerancia al riesgo. Las inversiones nos permiten ver crecer nuestro capital, tomando en cuenta que implican intereses, dividendos y revalorización de nuestro dinero. Al invertir, debemos estar conscientes de que ese capital no es para ser utilizado, por lo que muchas veces no tiene disponibilidad inmediata ni absoluta.
Los especialistas en finanzas personales coinciden en una serie de recomendaciones para quienes dan sus primeros pasos sobre el terreno de las inversiones. Es elemental realizar un presupuesto basado en la realidad individual, es vital tener un objetivo financiero claro y concreto, es fundamental diversificar nuestro capital, analizar las distintas alternativas, así como hacer una comparación exhaustiva para tomar la decisión más adecuada a nivel personal.
El mundo de las inversiones es sumamente amplio y las alternativas son innumerables. Hay quienes deciden invertir en un negocio y otros que prefieren invertir en educación. Unos más que optan por invertir en mercados de capitales y algunos más que eligen invertir en bienes raíces. La idea es conocernos a nosotros mismos, escuchar nuestro entorno y basarnos en nuestra propia realidad. Sigamos nuestra intuición para lograr éxito en el terreno financiero.