Aprendiendo a manejar nuestras finanzas personales
Cada persona tiene su estilo y su manera individual de organizar su día a día. A fin de cuentas, todos aprendemos a manejar aquello que nos rodea y las finanzas personales no quedan fuera. En algún momento de la vida tendremos que aprender a administrar nuestro capital para tener una calidad de vida digna, un espacio de paz interna y una zona libre de estrés. La libertad financiera y la independencia económica son viables, sí o sí, lo único que debemos adquirir son hábitos sanos y estrategias que nos ayuden a hacer más fácil el camino.
Consejos hay muchos, estrategias y herramientas también. Cada persona hará uso de aquello que más le haga sentido. El objetivo final es lograr armonía y orden dentro de nuestras finanzas personales. Un presupuesto es esencial y requiere de un registro de ingresos y egresos. Entre más detallado, mejor, y si se logra categorizar, las cosas se facilitan de manera considerable. La idea es no perder de vista ni el más mínimo detalle. La idea es considerar hasta el más pequeño de los gastos. Saber cómo, en qué y cuándo gastamos es fundamental.
Un presupuesto bien armado conlleva al siguiente paso, entenderlo. Entender nuestro presupuesto personal implica poder separar nuestros gastos: destinar cierto monto para gastos fijos, otro tanto para gastos variables y un porcentaje para el ahorro. Las deudas no pueden quedarse a un lado y es crucial liquidarlas lo antes posible. De los porcentajes destinados, uno de ellos debe ir dirigido a saldar deudas. Con cuentas claras, nuestras finanzas personales funcionarán mejor.
Todo está listo, aparentemente. Ahora necesitamos armar un fondo para emergencias, el cual seguro nos sacará de algún apuro. Los especialistas sugieren que este monto sea el equivalente a tres meses de los costos fijos que hay en el presupuesto, aunque idealmente recomiendan que sean seis meses. Cada persona tendrá que evaluar su situación personal y establecer sus propios criterios.
Definir y tener claras nuestras metas financieras es vital. Para lograr un orden dentro de nuestras finanzas personales, es elemental establecer objetivos de ahorro a corto, mediano y largo plazo. Los objetivos nos permiten tener una perspectiva más amplia y lograr un análisis de gastos más detallado. Es importante que aprendamos a ver el ahorro y las inversiones como parte de nuestra forma de pensar, ser y vivir. Las inversiones son vitales dentro del mundo de las finanzas personales, pues permiten que nuestro capital genere retornos y rendimientos. Ver crecer nuestro capital es una parte esencial, pues tenerlo estancado no conlleva a nada.
Las finanzas personales están íntimamente relacionadas con nuestras emociones; una impacta directamente sobre la otra. Cuando entendemos cómo nuestras emociones impactan nuestra economía, aprendemos a desarrollar estrategias para modificar esas emociones que sacuden nuestros hábitos financieros, que no nos permiten ver nuestra situación real o que no nos permiten establecer límites claros para proteger nuestra economía. Por esto, y muchas otras cosas, es esencial invertir en nuestra educación financiera y planear a futuro.