Aprendiendo a ahorrar por ensayo y error
Los seres humanos tenemos una gran ventaja sobre el resto de los animales: aprendemos de nuestros errores. Es cierto que la raza humana es la única que tropieza dos veces con la misma piedra, sin embargo, cada tropezón puede ser visto de manera positiva y puede fungir como un aprendizaje significativo. En el mundo de las finanzas personales sucede lo mismo. Los hábitos de ahorro e inversión se van adquiriendo por ensayo y error, y, entre más se practiquen, mayor será la experiencia adquirida. Algunas personas nacen con una tendencia a la organización y a la buena administración de su capital; otros aprenderán sobre la marcha.
La meta común en el terreno de las finanzas personales es alcanzar una libertad financiera y una independencia económica. La vía que cada persona utiliza es completamente individual, sin embargo, los especialistas en el sector coinciden en que vivir muy por debajo de las posibilidades personales es uno de los mejores consejos que pueden ofrecer.
Es elemental hacernos el hábito de realizar un presupuesto mensual que sea claro y conciso. Este presupuesto debe considerar un pequeño porcentaje que sea destinado al ahorro, preferentemente al momento de recibir los ingresos. Es fundamental tomar en cuenta los gastos hormiga, los cuales se van acumulando y acaban sumando grandes cantidades de dinero.
Para ahorrar, los especialistas sugieren no comprar artículos o productos de temporada, pues estos tienden a tener costos más elevados. El hacer un análisis comparativo del mismo bien en distintos establecimientos podría resultar de gran beneficio. Este consejo aplica a todo, desde ropa hasta servicios diversos, comisiones bancarias y planes de seguro. Los expertos en el sector financiero sugieren hacer un registro exhaustivo de gastos y tener una división clara entre los gastos necesarios y los gastos innecesarios. Un gran consejo es tener cuentas conjuntas y dividir los costos entre personas cercanas. El ir al supermercado con una lista específica reduce la posibilidad de hacer compras por impulso. El ahorro económico es posible y puede ser logrado haciendo pequeñas modificaciones dentro del hogar. Los pequeños cambios que logremos podrían reducir significativamente las cuentas de luz, agua, gas, entre otras.
El ahorro y las inversiones deben estar presentes en todo momento. Tanto la motivación intrínseca como la motivación extrínseca son necesarias; cada uno dará prioridad a aquella que más sentido le haga. Para algunos, el reto es una gran motivación. El escucharnos a nosotros mismos nos dará la mejor pauta para lograr ahorros e inversiones exitosas.