Alternativas de ahorro
Hay un sinfín de estudios que demuestran que la capacidad de demora ofrece grandes beneficios. Los seres humanos estamos acostumbrados a querer todo al instante, especialmente en la actualidad, en donde la vida y la cultura nos han impulsado a ser cada vez más impacientes y a buscar soluciones inmediatas. Lo mismo aplica a los hábitos de ahorro e inversión. Aquellas personas que logran consolidar hábitos de ahorro positivos gozan de grandes beneficios a largo plazo.
Los expertos en el sector financiero sugieren que para empezar a ahorrar es necesario tener una cuenta, dentro de una institución bancaria, que ofrezca liquidez y seguridad. Es indispensable que el cliente tenga claras tres cuestiones: si tendrá que pagar algún tipo de comisión, si hay algún monto mínimo para su apertura y si debe mantener cierto capital para mantener la cuenta activa. Las instituciones financieras ofrecen protección mediante el Instituto del Protección al Ahorro Bancario (IPAB), por lo que es una mejor alternativa a tener el capital en casa.
Los individuos que están registrados en alguna Afore tienen diversas opciones para cultivar el ahorro. La primera consiste en domiciliar cierto monto directamente de su cuenta de nómina, cuenta de cheques o cuenta de ahorro. La segunda opción tiene que ver con pedir a la empresa en la cual labora que genere un descuento a su nómina mes a mes.
Las inversiones programadas ayudan a la persona a lograr sus objetivos de ahorro e inversión a través de instituciones especializadas en el sector. Estas compañías se dedican a invertir en distintas sociedades de inversión, eliminando lo tedioso del asunto. Debido a que muchas de estas organizaciones son aseguradoras, brindan un beneficio adicional al usuario: un seguro de vida ligado al ahorro.
CetesDirecto es otra alternativa para domiciliar el ahorro y consiste en realizar domiciliaciones constantes. El monto y la fecha son determinados por el individuo, quien debe confirmar la compra de valores y los instrumentos de deuda al igual que lo hacen los grandes inversionistas.
Las estadísticas no mienten, la mitad de los mexicanos prefiere guardar su dinero en casa, ya que un alto porcentaje de la población dice que no tiene suficiente capital como para abrir una cuenta de ahorro y otra parte de la juventud menciona que no tiene interés ni necesidad de poseer una cuenta bancaria. Muchos ciudadanos mexicanos se sienten seguros en cuanto a sus hábitos de ahorro, pero no lo demuestran con cifras. La mayor parte de los empleados viven al día y no buscan ahorrar para el futuro, pero al llegar el momento de su retiro, se arrepienten de no haber cultivado el hábito antes. La pensión no es reglamentaria al llegar a la edad del retiro, y muchos adultos mayores, alguna vez trabajadores, empiezan a pensar en el ahorro un poco tarde.