Todo proceso es nuevo en algún momento del camino. Toda decisión requiere de un análisis minucioso para lograr ser exitosa. Toda persona tiene derecho a tener una educación financiera básica para tomar decisiones que vayan acordes con su estilo de vida. Toda persona tiene derecho a tener conocimientos específicos que logren cubrir con sus necesidades y posibilidades. Una buena educación financiera comienza con buenos hábitos de ahorro e inversión.
Toda inversión tiene un fin en común: ganar capital. Toda inversión es medible y cuantificable en base a los resultados que ofrece a corto o a largo plazo. Antes de realizar cualquier inversión, es fundamental tener claro el tiempo en el que queremos recibir retornos y estar al tanto de nuestras propias necesidades y posibilidades.
Cada individuo es un mundo, cada familia tiene su propia manera de operar, cada cultura es un universo y cada sociedad tiene sus características propias; cada persona hace las cosas a su manera. Las finanzas personales son cosa del día a día. El ahorro y las inversiones deben formar parte de nuestro vivir cotidiano. Las circunstancias varían en el tiempo y debemos adaptarnos para lograr ser exitosos en términos económicos y financieros. Lograr éxito en términos de finanzas personales es viable si adoptamos las medidas adecuadas, hacemos uso de estrategias congruentes y utilizamos las herramientas correctas.
La vida cotidiana está conformada de diversos elementos, siendo el dinero un punto clave. Cuando logramos entender que ganar dinero requiere de dedicación y esfuerzo, seremos más conscientes de su valor. Muchas veces nos damos cuenta que el dinero se ha esfumado de pronto, sin tener presente que quizá hayamos realizado gastos innecesarios. Los expertos coinciden en diversos trucos para conseguir un ahorro más efectivo.
Las niñas y los niños son sumamente perceptivos y absorben todo lo que les rodea. Aprenden a partir de lo que ven y escuchan. Aprenden a partir de las acciones y las actitudes de sus padres. Aprenden y están conscientes de su entorno. En temas de salud financiera, es elemental que los pequeños estén al tanto de su realidad familiar y adquieran pequeños hábitos que les serán de gran utilidad. El adquirir conceptos y nociones generales sobre ahorro e inversión desde edades tempranas rendirá frutos a futuro.
Está en cada uno de nosotros implementar hábitos financieros sanos. Está en cada uno de nosotros enseñar a nuestros hijos la cultura del ahorro. Está en cada uno de nosotros predicar con el ejemplo e impartir aquellos conocimientos y acciones que van acordes con nuestros principios y valores.
Sin importar nuestro origen o la región de donde venimos, todos los seres humanos tenemos la necesidad de adoptar medidas sanas en cuestiones de educación financiera. Todos buscamos alcanzar una libertad financiera y una independencia económica; para lograrlo, debemos tener nuestras finanzas personales en orden y lograr cierta estructura que nos genere una sensación de tranquilidad y paz interna.
Las estadísticas muestran que más de la mitad de los mexicanos ahorran, sin embargo, no hacen uso de instrumentos financieros formales. El ahorro es indispensable para construir los primeros cimientos de una vida financiera sana y conlleva a grandes beneficios. Seguir este esquema no es del todo adecuado y muchas personas se topan con una disyuntiva. Ahorrar sin invertir es un grave error, ya que el capital apartado no genera rendimientos y termina perdiendo su valor a lo largo del tiempo.
A lo largo de la vida vamos adquiriendo diversos aprendizajes, sin embargo, la infancia es la época en la que más aprendemos. Los conocimientos adquiridos a edades tempranas suelen ser más significativos y suelen anclarse a experiencias positivas de manera más natural. La actitud frente a las finanzas personales es transmitida directamente a los pequeños, por lo que los padres de familia juegan un papel fundamental.
La educación financiera tiene que ver con la comprensión básica de conceptos y productos financieros. La educación financiera debería ser un tema prioritario dentro de nuestra educación tradicional, pues las herramientas que vayamos adquiriendo serán de gran utilidad para el futuro. Entre antes seamos partícipes de un entorno que brinde educación financiera, mejores resultados tendremos a la larga. Por esto, y muchos otros factores, es elemental enseñar educación financiera desde edades tempranas. Tristemente no siempre le logra.
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