Ahorrar es más que juntar
El ahorro debe ser prioridad, pues es pilar de nuestra salud financiera. El ahorro debe encabezar nuestra lista de deseos, pues nos proporciona grandes beneficios a corto, mediano y largo plazo. El ahorro es parte de nuestra estabilidad financiera, de nuestra tranquilidad económica y de nuestra paz interna. El ahorro es esencial para conseguir una mejor calidad de vida y nos abre paso hacia la independencia económica.
El ahorro no es tan solo un conjunto de herramientas y estrategias financieras, sino una mentalidad, una actitud y un estilo de vida. El ahorro no es solo saber reservar parte de nuestro capital, sino un cambio en nuestra perspectiva y una alteración en nuestra óptica cotidiana. El ahorro es un hábito que nos proporciona seguridad que se va formando a través de decisión y repetición.
Los seres humanos tendemos a ser criaturas de hábito, a pesar de que nuestro cerebro no está programado para ahorrar. Los seres humanos tendemos a buscar gratificación inmediata y preferimos el presente en lugar del futuro. El cerebro humano está programado para satisfacer nuestras necesidades inmediatas, por lo que a muchos nos cuesta trabajo ahorrar, pero todo eso puede cambiar con tan solo un cambio de hábitos.
Para aprender a ahorrar y encaminarnos hacia la salud financiera, es fundamental que nos paguemos a nosotros mismos primero, es esencial que reservemos un porcentaje de nuestros ingresos al inicio del mes en lugar de llegar al final y guardar lo que nos sobra. Para conseguir un ahorro exitoso, es vital que encontremos el sistema que mejor nos funcione y que automaticemos nuestros procesos financieros y es crucial que encontremos algo que nos motive, ya sea intrínseca o extrínsecamente. Para alcanzar éxito en términos de ahorro, es elemental que nos fijemos metas concretas y alcanzables, que analicemos nuestra situación económica a detalle y que llevemos un registro de nuestros movimientos financieros.
El ahorro es la columna vertebral de nuestras finanzas personales, por lo que lograr encarrilarnos hacia una cultura de ahorro sana nos proporcionará grandes beneficios. Si conseguimos mantener equilibrio en nuestra vida financiera y vivir con frugalidad, lograremos incrementar nuestra calidad de vida y cubrirnos de una sensación de seguridad.