Un motor de arranque

Un motor de arranque

Podemos aprender de otros países. Podemos aprender de otros gobiernos. Podemos aprender de economías, pero debemos situarnos en la realidad en la que vivimos y hacer uso de los recursos que tenemos. Podemos utilizar estrategias que han sido de beneficio para otros territorios e implementar medidas similares, pero debemos adaptarlas a lo que tenemos y a la estructura de nuestro gobierno. Podemos aprender de los éxitos de otros países y de los costos por los que han tenido que pasar. 

Estamos viviendo en un escenario incierto en donde la economía mexicana se encuentra tambaleante. Estamos viviendo bajo una situación compleja a nivel financiero y necesitamos reformular nuestro plan a largo plazo. Estamos parados sobre aguas movedizas y el corto y mediano plazo no parecen ser muy prometedores. Estamos pasando por un trago amargo y quizá parte de la solución esté en invertir en los sectores más relevantes, incluyendo áreas de educación, salud, desarrollo, vivienda e investigación. 

La economía mexicana está pasando por una etapa sumamente complicada. Con la reapertura de algunas actividades y la ligera reactivación económica, el panorama parecía mejorar, pero ahora la economía muestra señales débiles de nuevo y está más propensa un nuevo declive. Algunos sectores comenzaron a dar señales de mejoría, pero tras unas semanas sufrieron un estancamiento. Algunas áreas mostraron un ligero crecimiento y de pronto retrocedieron. Algunos sectores aún no terminan por reactivar sus actividades, pues las medidas restrictivas siguen presentes y el confinamiento sigue en muchos hogares mexicanos. 

Aún es tiempo de hacer una pausa y replantearnos en escenario. Aún es tiempo de reconsiderar la realidad. Aún es tiempo de implementar nuevas estrategias y nuevos planes. Aún es tiempo de modificar lo que haya que modificar para impulsar las finanzas de nuestro país. 

La pandemia sigue, y seguirá por un tiempo. El impacto económico no desaparecerá de la noche a la mañana y los daños no serán tan fáciles de reparar. La economía mexicana necesita de un gran impulso para recobrar forma y encarrilarse hacia la recuperación.