La realidad será otra. La nueva normalidad está en puerta. La pandemia cambiará nuestra visión de muchas cosas, incluyendo la economía mexicana y la economía global. Quizá veamos más inteligencia artificial en los diversos procesos. Quizá la robótica acapare las cadenas de suministro. ¿Estamos preparados?
La pandemia del Covid-19 se ha infiltrado en cuanto terreno ha podido. La pandemia del coronavirus ha afectado territorios desconocidos y ha tenido un fuerte impacto sobre los proyectos más prominentes del gobierno federal. El gobierno actual tenía destinado un financiamiento dirigido específicamente para la construcción del Tren Maya. El proyecto ferroviario es uno de los proyectos más emblemáticos de nuestro gobierno actual y los recursos destinados para su construcción sufrirán una disminución significativa en términos monetarios, debido a la caída del Derecho de No Residente, conocido como DNR.
El Covid-19 ha generado un gran impacto y el golpe más fuerte será, sin duda, para el sector más vulnerable de la población. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, mejor conocido como Coneval, “La contingencia sanitaria internacional provocada por la enfermedad COVID-19 en México puede revertir los avances en desarrollo social de la última década y comprometer la capacidad de recuperación económica de los hogares y las unidades económicas”.
El desempleo sigue en picada, los empleos se siguen perdiendo y la crisis económica está en su máximo esplendor. La crisis económica que ha generado la pandemia del Covid-19 ha logrado impactar al sector laboral de manera considerable. La crisis económica que ha surgido dentro de nuestro país parece no tener freno. El gobierno federal parece tener un plan para combatir los efectos financieros y para poner un freno al desempleo, pero no parece estarlo implementando con eficiencia.
La reapertura económica es necesaria, sí o sí. La reactivación de las actividades financieras deberá reestablecerse a corto plazo. Las implicaciones económicas de la pandemia del Covid-19 son inmedibles y cada día que pasa genera un conflicto mayor en la economía de nuestro país. La pausa económica que ha generado la crisis sanitaria ha sido necesaria, sin embargo, tarde o temprano tendrá que ponerse en marcha una reapertura.
La economía es vital para el adecuado funcionamiento de un país. México lleva ya unos cuantos meses con sus actividades financieras en estado de pausa. Una reapertura económica es fundamental, sí o sí, la pregunta es cuándo comenzará a reanudar sus actividades. Las predicciones de los analistas expertos coinciden en que lo más probable es que las finanzas de nuestro país comiencen a moverse durante en próximo mes de junio.
La crisis económica que se desató por la pandemia del Covid-19 ha dejado rastro. La situación financiera que vive nuestro país es catastrófica. El freno económico que se ha impuesto dentro de nuestra sociedad ha causado conflictos importantes en términos de desempleo. A grandes rasgos, el desempleo se traduce en pobreza, pues la falta de actividades laborales genera un impacto directo y significativo sobre las finanzas de las familias mexicanas.
El desempleo sigue y no parece que vaya a haber mejoría a corto plazo. Las cifras siguen aumentando y millones de mexicanos están perdiendo sus plazas laborales. Día a día más personas se unen al sector pobre y más vulnerable. Mes a mes las cifras incrementan y el panorama está invadido de incertidumbre. El Covid-19 ha tenido un fuerte impacto en el sector económico y financiero de nuestro país.
Sin duda alguna, la pandemia ha afectado terrenos inimaginables. De acuerdo con un estudio realizado por el Banco de México, dentro de nuestro país, la demanda de billetes y monedas ha aumentado de manera significativa. La demanda de circulación de monedas y billetes mexicanos nunca había superado las cifras que se han registrado recientemente. Estamos haciendo historia y rompiendo récord.
Algunas cadenas minoristas han salido beneficiadas tras el fuerte impacto que ha causado la pandemia del Covid-19. Tal es el caso de Walmart, una cadena de supermercados de origen norteamericano que ha adquirido una alta rentabilidad en ventas. Las ventas de pánico generadas en los últimos meses han sido de gran beneficio para esta cadena comercial.
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