El telón aún puede caer

El telón aún puede caer

Sabemos que la inversión es clave para recuperar la economía mexicana, pero no tenemos certeza sobre nuestro grado de inversión. Sabemos que perdimos nuestro grado de inversión hace unos meses y que aún no conseguimos recobrar la confianza en los inversionistas. Sabemos que la economía mexicana está pasando por un momento sumamente complejo, pero aún vemos pequeños destellos de luz que nos invitan a pensar en términos positivos. 

De acuerdo con datos arrojados por Credit Suisse, muchos inversionistas consideran que es un buen momento para invertir en activos mexicanos, tanto en renta fija como en renta variable. Muchos se muestran optimistas ante la inversión en la deuda gubernamental mexicana, pues piensan que el mercado accionario local tendrá un buen desempeño en los próximos meses, al menos en comparación con la mala racha que llevamos. 

Las cifras comienzan a mostrar certidumbre en términos de inversión en nuestro país, pero aseguran que el desempeño de los mercados financieros internacionales es un factor determinante para recuperar las inversiones en los activos financieros de nuestro país. Pese a todo, la volatilidad financiera y la incertidumbre económica siguen presentes, por lo que no debemos bajar la guardia. 

Al fin nuestro gobierno parece estar dando pasos relativamente certeros, pues ha implementado un Programa de Apoyo Financiero para Microempresas Familiares y la recepción de solicitudes comenzó hace tan solo unas semanas. Al fin el gobierno federal comienza a ver la gran problemática económica en la que estamos inmersos y busca otorgar apoyos a distintas microempresas mexicanas que tengan todas sus obligaciones fiscales en orden y que no hayan despedido personal durante la pandemia. El gobierno federal también ofrecerá a apoyos a mujeres que encabecen un negocio y otros más a aquellas empresas que aún están pendientes de recibir el apoyo prometido. 

En fin. Quizá vayamos dando pasos por mejores vías, quizá al fin vayamos encontrando sentido, quizá vayamos encarrilados hacia recobrar lo perdido, pero no debemos dejar el esfuerzo atrás, pues el telón se nos puede caer en cualquier momento.