Categoría: Finanzas Personales

Una vida infinitamente mejor

Somos seres productivos y solemos tener planes a futuro, pero muchas veces intenciones no parecen tener el suficiente peso. Intentamos mantener nuestras finanzas personales en orden, nos ponemos el propósito de ahorrar y buscamos la manera de hacer crecer nuestro dinero a través de inversiones exitosas, pero cuando perdemos control de nuestros planes, sentimos un golpe en nuestra vida financiera.

No somos más felices con más dinero

Tener más dinero no es sinónimo de una mejor calidad de vida ni de niveles de felicidad más altos. Tener mayores ingresos no nos asegura un futuro económico más estable ni nos garantiza que nuestras finanzas personales no se modificarán. Lograr la independencia económica requiere de un gran compromiso, altos niveles de auto disciplina y una buena dosis de educación financiera.

Las finanzas no son unitalla

Pocas veces seguimos nuestra intuición y buscamos las mejores vías para acercarnos a nuestras metas financieras. Solemos seguir las huellas de otros, pues pensamos que nuestro estilo de vida es similar y que las estrategias que funcionan a unos son universales. Tendemos a tapar nuestros conflictos financieros y a adoptar herramientas superficiales para reparar pequeños dilemas, sin darnos cuenta de que cada ser humano es distinto y que hay muchos caminos que llegan a Roma.

Menos es más

Una buena planificación financiera nos permite analizar un panorama más amplio, nos ayuda a percibir detalles que podrían transformar nuestra historia y nos incita a decidir con un sustento. Planificar nos abre las puertas a un universo financiero inimaginable, nos ayuda a resolver nuestros conflictos financieros y nos brinda las armas adecuadas para enfrentar al enemigo. Cuando planificamos, tendemos a dar pasos con mayor certeza, pues sabemos que tenemos todo para ganar y las herramientas necesarias para tapar los baches que vayan apareciendo en el camino.

Creencias financieras

Nuestras creencias financieras vienen desde edades tempranas y están llenas de influencias externas. No nacemos sabiendo, pero traemos una parte innata que se va construyendo con las experiencias de la vida. Nuestra relación con el dinero viene desde el inicio de nuestra vida y se va forjando conforme vamos avanzando, pues tendemos a aprender por imitación y aquello que vemos se va quedando marcado en la historia de nuestras finanzas personales.

Sabiduría financiera

Hay tentaciones que nos incitan a gastar de más y ponen en riesgo nuestra estabilidad financiera. El mundo externo está lleno de estímulos que pueden afectar a nuestras finanzas personales, encaminarlas por vías inadecuadas y tumbar nuestra salud financiera. Muchas personas viven sobre un telón de incertidumbre y cuentan con poca educación financiera, por lo que muchas veces se dejan llevar por lo atractivo, sin pensar en las grandes repercusiones financieras que vienen implícitas.

Nuestro talón de Aquiles

Suele haber irracionalidad en nuestras decisiones financieras, pues no siempre nos vamos por el camino lógico ni elegimos lo más común. Los seres humanos tendemos a optar por aquello que más sentido nos hace al momento, sin detenernos a pensar más allá. Nuestras elecciones financieras suelen estar llenas de influencias externas, de experiencias ajenas y de comparaciones que solo nos conllevan a un túnel sin salida. Pero podemos revertir las cosas si nos inyectamos una dosis de educación financiera.

Ni edad ni género

Las finanzas personales no tienen género ni edad, pues todos podemos adquirir una buena educación financiera y dirigir nuestros pasos por vías más eficientes. Algunos han conseguido conocer el universo financiero desde edades tempranas y adoptar hábitos financieros sanos desde el inicio de la vida. Otros han aprendido sobre la marcha y han incorporado estrategias y herramientas financieras conforme lo han ido necesitando. La realidad es que no hay un único camino ni una fórmula mágica para alcanzar la salud financiera, pues cada ser humano es un mundo y las alternativas son infinitas.

Una nueva actitud

Hay un sinfín de factores implicados en nuestras finanzas personales, en la manera en que tomamos decisiones y en la forma en que gestionamos nuestros recursos. Existen elementos ocultos detrás de nuestras conductas, pensamientos escondidos que salen a la luz a través del manejo de nuestro capital y emociones que guían nuestros pasos financieros.

Satisfaciendo nuestros caprichos

Pocas veces logramos consolidar nuestra educación financiera y aprender de nuestros aciertos y errores. Nos cuesta trabajo buscar alternativas viables, solucionar nuestros conflictos financieros de raíz y encaminarnos hacia una mejor calidad de vida. Tendemos a pensar que el futuro se encargará de resolver nuestros dilemas económicos, que el día a día irá acomodando las piezas del rompecabezas y que nuestros años de jubilación serán un sueño.