TARJETAS DE CRÉDITO

TARJETAS DE CRÉDITO

Hay diferentes tipos de tarjetas. Las principales son las de débito y crédito, pero son muy diferentes.

La de débito tiene dinero que es tuyo, que proviene de tu cuenta de cheques o de ahorro. Puedes pagar casi cualquier cosa con ella y sacar dinero del cajero automático. Si éste es de tu banco, no te cobrarán ninguna comisión. Es prácticamente lo mismo que llevar todo su dinero en la cartera. Si no tienes dinero en tu cuenta, no podrás usarla.

La de crédito, como su nombre lo indica, es un crédito, un préstamo que te hace el banco, y que si no lo pagas en tu fecha de corte y el importe completo, no será nada barato. También puedes comprar casi cualquier cosa con ella y sacar dinero del cajero, aunque te cobrarán mucho por esta operación.

Antes de pensar en aceptar o solicitar una tarjeta de crédito, conócela bien.

Algunas tarjetas cobran una anualidad, es decir, una comisión que se cobra por el uso de la tarjeta a lo largo de un año. El CAT es el costo anual total, la tasa de interés que te cobrarán sumando comisiones e impuestos. Es lo que realmente te cobrarán. Esta es la tasa que debes comparar para utilizar diversas tarjetas o cualquier otro tipo de crédito.

También ofrecen beneficios. Dependiendo de la tarjeta, te ofrecerán descuentos, regalos o los famosos “puntos” que pueden convertirse en viajes o hasta en efectivo.

La línea de crédito es la cantidad que te presta el banco. Formalmente, depende de tu ingreso mensual o anual comprobable. Por ejemplo, si ganas al mes $10,000 y ya has gastado $6000, sólo podrás comprar algo de $4000, hasta que pagues al banco lo que le debes.

Pase lo que pase, debes recordar siempre dos fechas: la de corte y la de pago. La de corte es el día en que empiezan a hacerse las cuentas, y de ahí para atrás, hasta tu fecha de corte anterior, es lo que debes pagar en total ese mes. ¿Cuál es el último día para pagar antes de que te cobren intereses? Tu fecha de pago.

Puedes pagar de diferentes maneras: si pagas el total de tu deuda, no te cobrarán nada de intereses. Habrá sido un financiamiento gratuito. Si pagas menos del total, te cobrarán comisiones, intereses e impuestos. Esto quiere decir que si pagas solo $200, éstos no se restarán a tu cuenta; parte de ello se irá a pagar comisiones, intereses e impuestos. Si pagas menos del mínimo, o nada, se te cobrará una tasa moratoria. Si ya las tasas de interés son altas, te castigan cobrando una tasa aún mayor por no haber pagado el mínimo requerido.

No hay algo que pueda llamarse “la mejor tarjeta”, sino la mejor para ti. Para elegirla, desde antes debes preguntarte qué tan buen “pagador” eres. Si pagas la cantidad total de la tarjeta, debes buscar una con tasas altas y una anualidad baja. Si pagas los mínimos, debes buscar una tarjeta con una tasa de interés muy baja, aunque la anualidad sea alta. Si pagas un poco más del mínimo, debes buscar un promedio entre las dos. Probablemente te convenga enfocarte en las tasas de interés bajas, pero todo depende de cuánto gastes.

¿Qué pasa si sólo pagas el mínimo? Cuando haces esto, estás pagando los intereses que están cobrándote ese mes y sólo un poquitito de tu deuda real. Esto significa que el siguiente mes debes casi lo mismo y tu deuda se vuelve interminable. Si tu deuda era de, digamos, $35,000, y pagas el mínimo de $2000, tardarás dos años y medio en saldarla, y pagarás casi $59,000. Si decides pagar más del mínimo, $6000 al mes, tardarás sólo siete meses en saldarla y terminarás pagando $39,000.

¿Cómo funcionan los meses sin intereses? ¿Realmente son sin intereses?

¡Sí! Cuando compras, por ejemplo, a seis meses sin intereses, no quiere decir que comienzas a pagar intereses hasta los seis meses, sino que divides el costo de, por ejemplo, una lavadora en seis meses y cada mes pagas una sexta parte. No se sumarán a esta sexta parte intereses, pero si tú rompes el trato y dejas de pagar tu parte, el banco comenzará a cobrártelos. El problema de este tipo de compras es que se nos olvidan. Imagina ahora cuando son 24 meses sin intereses. Si no eres una persona muy organizada, mejor evítalos.

Muchos creen que el famoso buró de crédito es malo. Pero simplemente es el sitio en el que se registra tu historial crediticio. Cualquier persona que haya tenido una tarjeta de crédito, un crédito de automóvil o hipotecario, servicio de telefonía o televisión de paga, seguramente se encuentra registrado allí. Es completamente normal. Lo importante es que tengas una buena calificación y ésta depende de si eres puntual en tus pagos o si te atrasas, o de la cantidad que debas. Tener una mala calificación puede aumentar la tasa de interés que te cobrarán en tus tarjetas, y hasta puede ser que te nieguen un préstamo.

Es común que lleguemos a reunir varias tarjetas, pero, ¿es conveniente? La realidad es que, si tienes más de una tarjeta, cuando alguna llegue a su límite de crédito, podrás utilizar otra. Pero el límite de crédito está establecido para que no te endeudes más de lo que podrás pagar, a menos que tengas otros ingresos no comprobables. Puede servirte para una emergencia, pero posiblemente te cobren una anualidad sólo por tenerla. Entonces, ¿para qué pagar muchas?

A algunas personas les gusta tener más de una tarjeta para jugar con las fechas de corte y de pago, y conseguir más días de financiamiento. Puedes tener hasta 50, siempre y cuando sepas dividir los beneficios que te ofrecen y llegues a tener algo que valga realmente la pena.

Si con toda esta información han surgido en tu mente más preguntas, acude con toda confianza con tu ejecutivo bancario, a fin de que te explique a detalle todas las ventajas y desventajas de tus tarjetas.